4 patatas grandes
6 huevos (suele quedar mejor con un huevo más de los que creemos que hay que echar)
Aceite de oliva
Sal
Yo no le pongo cebolla normalmente, pero cuando la pongo: muy bien picada la añadimos a la sartén cuando las patatas ya hayan empezado a ablandarse un poco.
ELABORACIÓN:
Pelar las patatas y picarlas en forma de cuadraditos con unos 4mm de grosor (es un decir, que no esté gorda la patata). Echamos sal a las patatas y mezclamos bien. Ponemos a calentar abundante aceite, el suficiente para que cubra justo todas las patatas. Si la medida de mi vitrocerámica va del 0 (frío) al 12 (caliente) yo lo pongo al 10. Las tengo al 10 un rato hasta que veo que la patata ya no está dura de cruda, si no que ya va entrando la espátula en ellas. Entonces subo el aceite al máximo, al 12. Así van cogiendo color para que se doren y queden crujientes por fuera y blandas por dentro. Batimos mucho los huevos en un bol y le añadimos las patatas ya fritas y bien secas sin aceite. Aplastarlas un poco con el tenedor mientras las movemos por el huevo para que liguen. Poner una cucharadita de aceite de nuevo en la sartén y al 10 de temperatura otra vez. Ponemos toda la mezcla en la sartén y dejamos que se cuaje bien por abajo, cuando veamos por el borde que ya está hecha y que se puede despegar bien, ponemos un plato encima y la damos la vuelta. Del plato la volvemos a poner a la sartén para que se haga ahora por el otro lado. Yo no la dejo mucho para que quede jugosa por dentro.
